El Águila Real: El símbolo nacional amenazado por la actividad humana

El símbolo más importante de México, el Águila Real, se encuentra en una situación de riesgo debido a la actividad humana, una amenaza que casi la lleva a desaparecer sin que la mayoría de la población lo advirtiera. Esta ave majestuosa y poderosa, que adorna nuestro escudo nacional, es conocida también como Águila Dorada, quoutly para los antiguos mexicanos o herica por el pueblo wixol (huichol). Su presencia ha dejado una huella profunda en la cultura y los cielos. Aunque su situación sigue siendo delicada, existen estadísticas y bases que indican una notable recuperación, siendo el conocimiento sobre la especie el paso fundamental para asegurar su protección.
El Águila Real (o Dorada) es una de las aves más grandes del hemisferio norte. En México, habita principalmente en zonas montañosas, áridas y semiáridas. Se distingue por su envergadura, que puede superar los 2 metros, y por su mirada penetrante e inconfundible. Biológicamente, es una especie monógama, lo que implica que regresa año tras año al mismo nido. Su longevidad es considerable, ya que puede vivir hasta 50 años en cautiverio. Su dieta está compuesta por una variedad de presas, incluyendo liebres, reptiles y pequeños mamíferos.
Esta especie se reproduce en áreas abiertas dentro de zonas montañosas. Sus nidos son estratégicamente ubicados en acantilados de difícil acceso o en árboles, a una altura que oscila entre los 3 y 30 metros.
Factores de Riesgo y el Punto Crítico de 1995
Los factores que ponen en grave peligro al Águila Real son múltiples y están directamente relacionados con la intervención humana. Entre ellos se incluyen la pérdida de hábitat esencial, el tráfico ilegal, la cacería indiscriminada y, lamentablemente, el saqueo de huevos, polluelos y ejemplares adultos.
La primera señal de alarma sobre la crítica situación de la especie se dio en 1995. En ese momento, la situación era tan grave que apenas se tenía conocimiento de poco más de 20 áreas de anidación distribuidas en todo el país.
Ante el riesgo inminente de la extinción de su símbolo nacional, México respondió implementando diversos programas de conservación. Como medida legal crucial, la especie fue declarada como amenazada dentro de la Norma Oficial Mexicana 059 SEMARNAT 2010.
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Esfuerzos de Vigilancia y la Recuperación Demográfica
A pesar de los esfuerzos iniciales, las cifras continuaban siendo preocupantes. Para el año 2014, los registros indicaban la existencia de solo 101 parejas reproductivas y un total de 283 nidos.
En respuesta a estas bajas cifras, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (ProfEPA), en el marco de la celebración del Águila Real, instaló 11 comités de vigilancia. Estos comités se distribuyeron estratégicamente en los estados de Jalisco, Nayarit y Zacatecas, siendo esta última entidad federativa la que albergaba la mayor concentración de nidos.
Las acciones de vigilancia y protección implementadas arrojaron resultados positivos. En 2017, el número de parejas reproductivas había crecido de 101 a 120.
Ese mismo año, la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) y la ProfEPA formalizaron su compromiso con la conservación a través de la firma de un convenio de colaboración. Este acuerdo interinstitucional permitió la creación del Centro Nacional de Control y Protección del Águila Real, el cual se ubica dentro de las instalaciones del Heroico Colegio Militar.
El objetivo primordial de este Centro Nacional es llevar a cabo la recuperación, rehabilitación y posterior liberación de ejemplares, contribuyendo directamente a la conservación y protección de esta especie fundamental para la nación. La infraestructura del centro es significativa, abarcando una superficie de 9,672 metros cuadrados y contando con la capacidad técnica para albergar hasta 44 ejemplares de Águila Real.
Como parte integral del convenio de colaboración entre las dependencias, también se estableció la coordinación para la donación de plumas de Águila Real a los grupos étnicos de la nación. Esta acción busca apoyar la permanencia del conocimiento tradicional y el uso que estas etnias han dado a la especie a lo largo de la historia.
Récords de Población Recientes
Gracias a este esfuerzo coordinado y sostenido, las cifras de población continuaron en aumento. Para el año 2018, el número de parejas reproductivas subió a 156, y se contabilizaron más de 300 nidos. La tendencia positiva se consolidó, y en 2020 se estableció un nuevo récord histórico: 171 parejas reproductivas surcando los cielos mexicanos.
Proteger al Águila Real no solo es salvaguardar una especie biológica, sino también proteger nuestra historia y la rica biodiversidad del país. Es vital que la especie no “vuele hacia el olvido”. Es fundamental compartir, educar e inspirar, dado que lo que no se conoce no se protege. Así, más personas pueden conocer al Águila Real, herencia viva de México.

