Piden activistas postura firme de México durante el Tratado Global de Plásticos

La organización ambientalista Greenpeace México entregó un total de 90 mil firmas a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en la Ciudad de México el 29 de julio de 2025, para solicitar que el país adopte una posición firme y ambiciosa durante las próximas negociaciones del Tratado Global de Plásticos.
La manifestación, que incluyó la instalación de un rompecabezas con forma de tortuga, tuvo como objetivo presionar al gobierno mexicano a impulsar un acuerdo que aborde la problemática de la contaminación por plásticos desde su producción hasta su disposición final. Las firmas ciudadanas representan un mandato para que la delegación mexicana, que participará en las discusiones del 5 al 14 de agosto en Ginebra, Suiza, promueva un Tratado jurídicamente vinculante que establezca límites a la producción de plásticos de un solo uso.
La manifestación pacífica llevada a cabo por Greenpeace México se realizó en el contexto de la segunda parte de la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC 5.2), un foro clave para el futuro del Tratado Global de Plásticos. Según Ornela Garelli, directora de Campañas de Greenpeace México, la entrega de las 90 mil firmas busca recordar a la SRE el interés de la ciudadanía en que se concrete un acuerdo sólido. La organización subrayó que, si bien México ha expresado una posición favorable, es necesario que la ambición se mantenga en los más altos niveles para lograr un Tratado eficaz.
Este Tratado, de acuerdo con la organización, debe proteger la salud humana y del planeta, y establecer límites a las empresas productoras de plásticos.
Uno de los puntos clave de la demanda de Greenpeace México fue la solicitud de que la delegación mexicana presione para que el Tratado sea jurídicamente vinculante y que abarque el ciclo de vida completo del plástico.
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Esto implica desde la fase inicial de extracción de petróleo, utilizado para la fabricación de plásticos, hasta la etapa final de su eliminación en vertederos y basureros. Un Tratado con estas características permitiría, a nivel nacional, la implementación de medidas legales concretas para abordar el problema de los plásticos.
En este sentido, la organización enfatizó la necesidad de impulsar una reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) en México. Dicha reforma, denominada por Greenpeace como una “Ley Anti-plásticos”, sería un complemento directo del tratado internacional, proporcionando el marco legal para reducir la contaminación por plásticos en el país. Los puntos centrales de esta propuesta legislativa incluyen la prohibición de plásticos de un solo uso en todo el territorio nacional, la implementación de la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), y la promoción de sistemas de reutilización.
La Responsabilidad Extendida del Productor (REP) es un concepto que, según Greenpeace, obligaría a los fabricantes e importadores de productos plásticos a gestionar la totalidad de su ciclo de vida. Esto incluiría financiar la recolección y el manejo de los residuos que generan. Además, la propuesta busca eliminar lo que la organización considera “falsas soluciones”, como la incineración de residuos plásticos, argumentando que estas prácticas solo contribuyen a la contaminación y agravan la crisis climática.
La directora de campañas de Greenpeace México destacó que la ley vigente no ha sido suficiente para combatir la contaminación por plásticos de manera efectiva, en parte debido al cabildeo de diversas industrias.
Enfatizó que es necesario que los legisladores prioricen la protección del medio ambiente y el bienestar de las personas por encima de los intereses particulares. Garelli también hizo un llamado a la reflexión individual sobre la cultura del “usar y tirar”, destacando que el problema de la contaminación no termina cuando los residuos son depositados en un bote de basura, sino que persiste a lo largo de su ciclo de vida.
Al concluir la jornada y tras entregar las firmas a representantes de la Dirección General de Temas Globales de la SRE, Greenpeace reiteró su preocupación por la posible injerencia del sector privado en las negociaciones del tratado.
La organización advirtió sobre el conflicto de interés que esto podría generar, insistiendo en que las negociaciones deben centrarse en la protección del planeta y de las personas. La ONG también hizo un llamado a excluir del Tratado lo que consideran falsas soluciones, como la valorización energética, la incineración y el co-procesamiento de residuos, ya que estas acciones, según su análisis, agravan la crisis climática y afectan la salud pública.
