Acuerdan plan de acción regional para la conservación del jaguar

- México fue sede de la Segunda Reunión de los Estados del área de distribución del jaguar, donde se definió una hoja de ruta conjunta.
- El plan busca coordinar esfuerzos transfronterizos para proteger al felino más grande de América y sus ecosistemas.
Acordaron dieciocho países de América Latina un plan de acción coordinado para la conservación del jaguar (Panthera onca), durante la Segunda Reunión de los Estados del área de distribución de la especie, celebrada en México del 22 al 24 de septiembre.
Este encuentro, organizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), tuvo como objetivo principal fortalecer la protección del felino y establecer una estrategia regional para hacer frente a las crecientes amenazas que ponen en riesgo su supervivencia.
La subsecretaria de Biodiversidad y Restauración Ambiental de la Semarnat, Marina Robles García, destacó la trascendencia del evento al afirmar que la unión de los 18 países para diseñar un plan de acción para la conservación del jaguar “es un mensaje muy esperanzador”.
Este esfuerzo colaborativo es fundamental, ya que el jaguar, un animal que no reconoce fronteras políticas, requiere de corredores biológicos seguros que atraviesan múltiples naciones para su desplazamiento, alimentación y reproducción.
El jaguar enfrenta una situación crítica en todo su rango de distribución, que se extiende desde el suroeste de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Durante la reunión, la secretaria general de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), Ivonne Higuero, alertó sobre las múltiples presiones que sufre la especie.
“Los jaguares se enfrentan a múltiples y agravantes amenazas: la pérdida de su hábitat, el conflicto entre los seres humanos y la fauna silvestre, la caza furtiva, el tráfico ilegal y los efectos cada vez más graves del cambio climático”, señaló.
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Higuero recordó que el jaguar fue una de las primeras especies incluidas en el Apéndice I de la CITES en 1973, lo que le otorga el máximo nivel de protección contra el comercio internacional. Sin embargo, casi cinco décadas después, su patrimonio natural continental sigue en peligro.
Las amenazas no solo impactan directamente a las poblaciones del felino, sino que también “socavan los ecosistemas más amplios de los que dependen innumerables especies y comunidades humanas”. El jaguar es considerado una “especie sombrilla”, lo que significa que su protección beneficia indirectamente a muchas otras especies con las que comparte su hábitat.
El plan de acción para la conservación del jaguar establece que cada nación desarrollará e implementará acciones específicas para su protección, pero de manera coordinada con el resto de los países. Para ello, se sentaron las bases para la creación de una plataforma intergubernamental y una estructura de gobernanza que facilitará la implementación, el seguimiento y la evaluación de la efectividad del plan regional. Esto incluye el diseño de un sistema de monitoreo estandarizado que permitirá tener datos más precisos sobre el estado de las poblaciones y sus hábitats.
Durante las jornadas de trabajo, los representantes de los países presentaron los avances de sus investigaciones y proyectos de conservación. A través de 16 ponencias, se compartieron conocimientos sobre la situación del jaguar en ecosistemas tan diversos como bosques tropicales, templados y secos, así como en sabanas, humedales y zonas semidesérticas. Esta diversidad de hábitats refleja la increíble capacidad de adaptación de la especie, pero también la complejidad de los desafíos para su conservación a lo largo del continente.
A pesar del panorama adverso, Ivonne Higuero auguró un futuro favorable si se logran escalar las iniciativas exitosas que ya existen en la región. Mencionó que hay proyectos que demuestran lo que se puede lograr con esfuerzos estratégicos, inclusivos y de gran impacto. “En tiempos de recursos limitados, nuestra tarea consiste en ampliar los enfoques que funcionan, es decir, aquellos que conservan los jaguares al mismo tiempo que refuerzan la biodiversidad de los ecosistemas en los que habitan”, puntualizó.
Como resultado concreto del encuentro, los participantes desarrollaron un borrador de resolución y otro de decisiones sobre la conservación del jaguar. Estos documentos serán presentados formalmente por la Secretaría de CITES para su consideración en la 20ª Conferencia de las Partes (COP20), que se realizará en noviembre próximo en Uzbekistán.
La adopción de estas propuestas a nivel global consolidaría el compromiso político y facilitaría la movilización de recursos técnicos y financieros para la implementación del plan de acción regional para la conservación del jaguar, el felino más grande de América.
El evento contó con la participación de un amplio grupo de funcionarios y expertos, incluyendo a la procuradora federal de Protección al Ambiente, Mariana Boy; el titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Pedro Álvarez Icaza; y el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), Raúl Jiménez, entre otras autoridades mexicanas e internacionales
