Aseguran 18 ejemplares de vida silvestre durante operativo en Tabasco

La Fiscalía General de la República (FGR), en coordinación con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional y la Policía Estatal, aseguraron 18 ejemplares de vida silvestre y detuvieron a dos individuos en un domicilio del municipio de Centro, Tabasco, el pasado 27 de junio.
Las acciones fueron realizadas después de recibir una denuncia sobre presunta caza y venta ilegal de aves. La orden de cateo ejecutada en la ranchería Barrancas y Amate permitió a las fuerzas de seguridad intervenir. Este despliegue interinstitucional es fundamental para combatir los delitos ambientales.
Durante el cateo en el domicilio, se encontraron 18 especies de fauna silvestre. La PROFEPA procedió al aseguramiento de un loro cabeza amarilla (Amazona oratrix), cinco cotorros frente blanca (Amazona albifrons), ocho periquitos pecho sucio (Aratinga nana) y cuatro hicoteas (Trachemys scripta). La diversidad de estas especies incautadas destaca la amplitud del comercio ilegal.
El aseguramiento formal de los ejemplares se llevó a cabo el 28 de junio. Inmediatamente después de su rescate, los animales recibieron atención médica veterinaria especializada. Este paso es crucial para evaluar su estado de salud y documentar cualquier posible afectación derivada del cautiverio ilegal.
La mayoría de los ejemplares rescatados se observaron en aparentes buenas condiciones físicas. No obstante, se identificó un caso particular: un cotorro frente blanca que presentaba una aparente falta de visión en uno de sus ojos. Esta condición específica demanda un cuidado y seguimiento veterinario continuo y especializado.
Tras la valoración inicial, todos los ejemplares fueron trasladados a una Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA) autorizada. En este tipo de centros, los animales recibirán la atención adecuada, un ambiente propicio para su recuperación y, cuando sea viable, programas de rehabilitación para una posible reintroducción a su hábitat natural.
Las especies aseguradas en este operativo se encuentran protegidas por importantes instrumentos legales y normativos. A nivel nacional, están listadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. Esta norma establece las categorías de riesgo para las especies nativas de México.
El loro cabeza amarilla (Amazona oratrix), por ejemplo, está clasificado bajo la categoría de “En Peligro de Extinción (P)”. Esto significa que sus poblaciones han disminuido drásticamente y enfrentan un alto riesgo de desaparición en vida silvestre. Su protección es una prioridad ambiental.
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El cotorro frente blanca (Amazona albifrons) se encuentra en la categoría de “Amenazada (A)”. Esta clasificación indica que la especie podría llegar a estar en peligro de extinción si los factores que inciden en su deterioro, como el tráfico ilegal, persisten. Los periquitos pecho sucio (Aratinga nana) y las hicoteas (Trachemys scripta) también están incluidas en esta norma, bajo algún estatus de protección especial.
A nivel internacional, todas las especies incautadas están listadas en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Esta convención es un acuerdo global entre gobiernos para regular el comercio internacional de especies salvajes y asegurar que no amenace su supervivencia.
El loro cabeza amarilla (Amazona oratrix) se halla en el Apéndice I de CITES. Esto implica que es una especie altamente amenazada y su comercio internacional con fines comerciales está estrictamente prohibido, excepto en circunstancias excepcionales, como para investigación científica sin fines de lucro.
Los cotorros frente blanca (Amazona albifrons), los periquitos pecho sucio (Eupsittula nana) y las hicoteas (Trachemys scripta) figuran en el Apéndice II de CITES. En este apéndice se incluyen especies que no están necesariamente en peligro de extinción, pero cuyo comercio debe ser controlado para evitar una explotación incompatible con su supervivencia.
La coordinación entre las diversas instituciones involucradas en este operativo es un pilar en la estrategia de combate al tráfico de vida silvestre. La FGR, como órgano de procuración de justicia, tiene la facultad de investigar y perseguir los delitos contra la biodiversidad, tipificados en el Código Penal Federal. Sus acciones contribuyen a llevar a los responsables ante la justicia.
El apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional y la Policía Estatal es crucial para el éxito de estos operativos complejos. Estas fuerzas proporcionan el respaldo logístico y de seguridad necesario para llevar a cabo los cateos, detenciones y el aseguramiento de las especies de manera segura y eficiente, fortaleciendo la capacidad del Estado para hacer frente a estos crímenes.
El traslado de los ejemplares a una Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA) autorizada es una medida fundamental para su bienestar. Las UMAS son predios o instalaciones registradas ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y operan bajo planes de manejo aprobados para la conservación y el aprovechamiento sustentable de la vida silvestre.
En estos centros especializados, los animales reciben alimentación adecuada, atención veterinaria continua, y programas de enriquecimiento ambiental diseñados para su especie. Estos cuidados buscan mitigar el estrés del cautiverio ilegal y, en los casos posibles, prepararlos para su eventual reintroducción a sus ecosistemas naturales, contribuyendo a la restauración de poblaciones silvestres.
La PROFEPA, en colaboración con la FGR, dará el seguimiento necesario a la denuncia presentada y a los requerimientos del proceso legal. Las leyes mexicanas establecen penas severas para quienes incurran en delitos contra la vida silvestre, las cuales pueden incluir multas económicas significativas y penas de prisión.

