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Registra Conanp nacimiento de lobo mexicano en libertad en Chihuahua

Registra Conanp nacimiento de lobo mexicano en libertad en Chihuahua
Registra Conanp nacimiento de lobo mexicano en libertad en Chihuahua
  • El éxito de este registro subraya la efectividad de las labores de vigilancia y monitoreo biológico que la Conanp y los comités comunitarios realizan en las Áreas Naturales Protegidas.

Registraron la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y el Comité de Vigilancia y Monitoreo Comunitario, el primer ejemplar de lobo mexicano (Canis lupus baileyi) nacido en libertad dentro del Área de Protección de Flora y Fauna Campo Verde, ubicada en el Noroeste del Estado de Chihuahua. 

Este suceso, que tuvo lugar durante el monitoreo constante de la fauna local, marca un avance significativo en los esfuerzos de conservación de la especie, confirmando el éxito del programa binacional México-Estados Unidos para su reintroducción en vida silvestre después de más de cinco décadas de ausencia. La identificación del lobo fue posible gracias a la observación de Abel Guerrero Tello, integrante del comité, quien al revisar los videos de una cámara-trampa, observó al ejemplar bebiendo agua, lo que llamó su atención por su apariencia inusual.

Inicialmente, el ejemplar fue confundido con un coyote debido a su comportamiento y presencia en la cámara-trampa. Sin embargo, al ser revisado con detenimiento por César Hernández, jefe de departamento del Área de Protección de Flora y Fauna Campo Verde, se confirmó que se trataba de un lobo mexicano. Una característica clave para determinar que el lobo había nacido en libertad y no era uno de los ejemplares liberados, fue la ausencia del collar GPS satelital, que se utiliza para rastrear a los animales reintroducidos.

La ubicación de este registro es cercana a las zonas donde se han realizado liberaciones de lobos mexicanos como parte del programa binacional de reintroducción, implementado de manera conjunta por México y Estados Unidos. Esta cercanía, combinada con la falta de un dispositivo de rastreo, indica que el lobo es parte de las camadas de vida libre que se han documentado en la región desde 2014. El nacimiento de un lobo en su hábitat natural, sin intervención humana directa, representa una confirmación del establecimiento de poblaciones silvestres de la especie en el país.

El éxito de este registro subraya la efectividad de las labores de vigilancia y monitoreo biológico que la Conanp y los comités comunitarios realizan en las Áreas Naturales Protegidas. Estos esfuerzos no se limitan solo al seguimiento de especies clave, sino que abarcan una serie de acciones integrales que buscan fomentar la coexistencia entre la vida silvestre y las comunidades humanas. Entre estas acciones, la Conanp brinda asesoramiento a los ganaderos para la aplicación del Fondo de Aseguramiento, un mecanismo que ofrece compensación ante eventos de depredación por parte de la fauna silvestre, mitigando así posibles conflictos.

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Además, la Conanp se involucra activamente en la prevención y el combate de incendios forestales, que representan una amenaza para los ecosistemas y la biodiversidad. Complementariamente, se llevan a cabo programas de educación ambiental dirigidos a las comunidades locales, con el objetivo de promover la conciencia y la participación en la conservación de los recursos naturales. Estas iniciativas reflejan el compromiso asumido por la Conanp desde 2012, año en que se iniciaron las primeras liberaciones de lobos mexicanos en el estado de Chihuahua, consolidando una estrategia a largo plazo para la recuperación de la especie.

Características del Lobo Mexicano

El lobo mexicano, catalogado científicamente como Canis lupus baileyi, es el cánido silvestre de mayor tamaño en México. Los ejemplares adultos alcanzan una longitud que oscila entre los 130 y los 180 centímetros, desde el hocico hasta la cola, y presentan un peso promedio de 33 kilogramos. Sus características físicas incluyen una cabeza ancha, un hocico corto y grueso, ojos pequeños y separados, y orejas cortas, redondeadas y erectas. 

El cuello y las patas delanteras son anchas y más largas que las traseras. El pelaje de estos animales es largo, predominantemente de color café grisáceo en el dorso, y más claro en el vientre y las patas, aunque se observan variaciones cromáticas que van desde el blanco hasta el negro.

El lobo mexicano se caracteriza por ser un depredador tope dentro de su ecosistema, desempeñando un rol crucial en el equilibrio de las poblaciones de sus presas. Posee una estructura social avanzada, organizada en manadas que pueden agrupar hasta 30 individuos, o en grupos familiares más reducidos, de 3 a 5 animales. Históricamente, su dieta se componía principalmente de mamíferos como venados cola blanca y bura, berrendos, pecaríes de collar, borregos cimarrones y conejos, contribuyendo al control natural de estas poblaciones.

Originalmente, el lobo mexicano se distribuía ampliamente en diversos ecosistemas de México, abarcando bosques templados y pastizales. Su presencia se extendía por los estados de Chihuahua, Sonora, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas, Aguascalientes y San Luis Potosí, llegando hasta la región del Bajío y la meseta central, e incluso hacia el sur hasta Oaxaca. Esta distribución se ubicaba entre las dos Sierras Madre, Oriental y Occidental, y un poco más al sur del Eje Neovolcánico transversal, en altitudes superiores a los 1500 metros sobre el nivel del mar. La regresión de su hábitat y la persecución humana llevaron a su casi extinción en vida silvestre.

Gracias a las diversas acciones de conservación implementadas por la Conanp y sus aliados, la situación del lobo mexicano ha experimentado una mejora en su categoría de riesgo. De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, la especie ha pasado de la categoría de “Extinto en vida libre (E)” a “En Peligro de Extinción (P)”. Este cambio en su estatus se basa en la recuperación de su población silvestre, la cual se estima actualmente entre 30 y 35 ejemplares. La reintroducción y el monitoreo continuo han contribuido a que el futuro de esta especie sea más prometedor, alejado de la imagen histórica que lo asociaba con un depredador negativo.

El objetivo es contribuir a la construcción de un México próspero, donde la coexistencia entre el desarrollo humano y la riqueza natural sea una realidad sostenible.

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