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Los mamíferos marinos: de monstruos a ejemplares protegidos

Los mamíferos marinos: de monstruos a ejemplares protegidos
Los mamíferos marinos: de monstruos a ejemplares protegidos
  • Los mamíferos marinos son necesarios para mantener la sincronía del ecosistema marino: Dra. Casandra Gálvez
  • Las especies de delfines actualmente presentes en el Golfo de California han sido registradas en los hallazgos arqueológicos de hace aproximadamente 4 mil años

El mundo marino y el hombre se han relacionado de diversas formas dependiendo de las culturas y épocas. Los mamíferos marinos, tiburones o las diferentes especies que habitan en el mar han jugado un rol importante en la visión de las poblaciones asentadas en los litorales, desde seres místicos y curativos, hasta despiadados monstruos capaces de acabar con el ser humano. 

Alrededor del mundo existen registros de esta conexión entre la fauna marina y el ser humano. En Leikens, Noruega, se encuentra una orca tallada en una piedra y se calcula que fue hecha entre el año 8,300 y 7,500 antes de la era moderna. 

Por su parte, los griegos cuentan con representaciones en frescos, pisos de mosaico e incluso dentro de su mitología existe una explicación de la relación entre los delfines y los hombres.

Según la mitología griega, el dios Dionisio fue capturado por unos piratas tras ser confundido con un príncipe. Con sus habilidades, Dionisio logró quitarse las cadenas, sacar su flauta y tocar una dulce melodía mientras hacía que las ramas de una vid se entrelazaran en el mástil del barco y que los remos se convirtieran en serpientes. 

Dionisio, convertido en un felino, perdonó a los piratas y los transformó en delfines para que a partir de entonces, ayudaran a los hombres. 

En el caso de México, nuestro país cuenta con estudios especializados sobre la relación ancestral entre los pobladores del territorio nacional y las especies marinas, en concreto la doctora María Alejandra Rosa Esteves Ponte, presenta en su tesis doctoral “Determinación de la arqueofauna de delfines del holoceno medio y tardío e inferencias de su uso en  Ensenada de muertos, Baja California Sur, México”.

El estudio señala que las especies de delfines que actualmente están presentes en el Golfo California han sido registradas en los hallazgos arqueológicos de hace aproximadamente 4 mil años antes del presente (adp), en la península de Baja California. 

“Los antiguos californios fueron cazadores y consumidores de delfines en el Holoceno medio y tardío en Ensenada de Muertos. Las evidencias de consumo son soportadas por el alto porcentaje de perióticos carbonizados. Estos huesos fueron oscurecidos por adherencia de carbón presente en los fogones”, señala el estudio.

“Se piensa que los antiguos californios separaban la cabeza del cuerpo y la porción caudal era desechada, luego de esta separación en partes, trasladaban la porción aprovechable a la parte alta de la playa, posiblemente esta forma de tratamiento y desecho puede deberse a que la porción caudal tiene poco tejido graso y está desprovisto de tejido óseo” apunta la investigación mexicana sobre arqueofauna de delfines.

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Los mamíferos marinos amenazados por el hombre

Los mamíferos marinos están conformados por cetáceos (ballenas, delfines y marsopas), pinnípedos (focas, otarios y morsas), sirenios (manatíes y dugongos), nutria marina y por el oso de polar u oso blanco, aunque no es acuático, pasa gran parte de su vida en los hielos del ártico. 

A lo largo de la historia, los relatos que viajaban de boca en boca sobre estos ejemplares en las diferentes poblaciones alejadas del mar, atrapaban la imaginación de las personas quienes escuchaban las historias de los gigantes marinos. 

La referencia a monstruos fue común en los textos geográficos de todas las épocas, apareciendo subtítulos e imágenes de ellos en mapas medievales y renacentistas más elaborados, sin embargo, el término monstruo surge en el siglo XV, de acuerdo al estudio “Representación de los Cetáceos en Mapas antiguos: Mitos, Elementos Decorativos o Realidad”, de Cristina Picanco. 

A principios del Renacimiento la gente estaba convencida de que en el Atlántico Norte habitaban monstruos terribles, ballenas, serpientes marinas, langostas gigantes y bestias fabulosas con dientes fuertes y afilados. 

Gracias al aumento de los viajes en altamar, los marineros abrieron nuevos caminos y demostraron que el océano no era tan terrible, iba a haber una acumulación progresiva de conocimientos sobre su realidad natural, que llevó a la desmitificación de cierta fauna, pero siempre estuvieron presentes en la cartografía marina hasta mediados del siglo XVII.

La megafauna marina ha sido un recurso valioso para explotar, lo que ha provocado el colapso de las poblaciones y extinciones. Otro factor de riesgo se basa en que algunas especies han sido percibidas como competidoras de los pescadores por los recursos marinos y, a menudo, fueron o son sacrificadas activamente.

A lo largo del siglo XX, la gran mayoría de los países se han sumado a la protección y cuidado de los mamíferos marinos y otras especies que habitan los océanos como la Comisión Ballenera Internacional o ECOBAC en México, sin embargo, las actividades antropogénicas siguen poniendo en riesgo el equilibrio en estos ecosistemas. 

En México la relación entre los seres humanos y los mamíferos marinos es compleja: doctora en Ciencias Marinas, Casandra Gálvez

La relación de los mamíferos marinos en México 

Ya sea por uso religioso, mágico, por el aprovechamiento para el consumo humano o simplemente por deporte o diversión, un gran número de especies marinas han estado o siguen estando al borde de la extinción. 

La doctora en Ciencias Marinas, Casandra Gálvez, explica que en México la relación entre los seres humanos y los mamíferos marinos es compleja y depende de a qué grupo se refiera “si le preguntas a un turista, te va a decir que son interesantes, que son impresionantes, que son majestuosos, etcétera”. 

Por otra parte, un grupo de pescadores que compiten o interactúan con sus redes o sus productos, a lo mejor la percepción que tienen sobre ellos no va a ser buena. “En cambio aquellas personas que no tienen ninguna interacción o con un poco de educación ambiental van a verlos como organismos necesarios, como buenos indicadores de que hay alimento”, señala la doctora Gálvez.

“Los investigadores te vamos a decir que son necesarios, para mantener la sincronía del ecosistema marino. La complejidad del mismo ambiente, la posición de estos individuos dentro de la cadena trófica, pues es esencial, para todas las estructuras que vienen más abajo de ellos y que se alimentan indirectamente. Por ejemplo, los mamíferos marinos son reguladores también de poblaciones de peces y también son alimentos para otras especies como tiburones”, señala la médico Veterinario Zootecnista.

La importancia en el mundo de los mamíferos marinos radica, como cualquier otra especie, en que su presencia permite el desarrollo y regulación de especies que habitan en el mismo ecosistema. Su presencia indica que hay alimento para ellos, y también son parte de esa cadena natural.

Uso no extractivo de los mamíferos marinos

Casandra Gálvez señala que hay otro grupo que pudiera contestar algo diferente sobre la relación entre los mamíferos marinos. Se trata de los prestadores de servicios turísticos, quienes año con año ofrecen tours para el avistamiento de ballenas. Ellos se ven beneficiados económicamente por la presencia de estos cetáceos pero también ofrecen visitas a zonas donde se pueden encontrar pinípedos.

Casi nueve mil años después de los primeros registros que se tienen de la relación entre la humanidad y los mamíferos marinos, el cambio de percepción humana ante estos ejemplares ha sido multifactorial.

Primero pasó por la literatura, la ciencia y posteriormente por la masificación de documentales y por el interés de organizaciones civiles quienes han impulsado políticas de protección y cuidado de estas especies, uno de ellos es justo el turismo responsable, regulado y no extractivo como es el del avistamiento. 

A pesar de que México es un país protector de mamíferos marinos, existen muchos factores que ponen en riesgo a estos ejemplares como son embarcaciones, el abandono de diferentes artes de pesca, la pesca furtiva o por el plástico que llega al mar.

El interés por el cuidado del mar, de las especies, la difusión del correcto uso de actividades no extractivas como el avistamiento de ballenas, serán el siguiente paso en la evolución de la relación entre el hombre y los mamíferos marinos. No son monstruos pero tampoco son mascotas, son un indicador de vida.

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