Profepa asegura fauna silvestre y biznagas protegidas en operativos contra tráfico ilegal

- Las acciones incluyeron el decomiso de 18 aves y 73 biznagas piedra, así como arácnidos sin vida, en aplicación de la NOM-059 y CITES.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó dos operativos recientes en julio de 2025, uno en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México y otro en una empresa de paquetería en San Luis Potosí, resultando en el aseguramiento de un total de 18 ejemplares de fauna silvestre, incluyendo aves en peligro de extinción, y 73 biznagas piedra, junto con dos ejemplares de fauna sin vida.
Estas acciones, llevadas a cabo en respuesta a denuncias ciudadanas y reportes de empresas, evidencian el esfuerzo de la autoridad federal para combatir el tráfico ilegal de especies protegidas, muchas de ellas listadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 y en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), y buscan garantizar el cumplimiento de la legislación ambiental y el bienestar animal en el territorio nacional.
El primer operativo, realizado el 8 de julio de 2025 en la alcaldía Iztapalapa, surgió a raíz de una denuncia ciudadana que alertaba sobre la posesión y comercialización ilegal de aves en peligro de extinción en un domicilio particular. Tras una visita de inspección, los inspectores de la Profepa aseguraron precautoriamente 18 ejemplares de diversas especies aviarias.
Entre las aves rescatadas se encontraban 3 clarines (Myadestes occidentalis), 1 jilguero (Myadestes unicolor), 1 tigrillo degollado (Pheucticus ludovicianus), 1 cardenal rojo (Cardinalis cardinalis), 2 mirlos (Turdus sp), 1 loro eclectus (Eclectus roratus), 1 cacatúa rosada (Eolophus roseicapilla), 1 conuro del sol (Aratinga solstitialis), 1 azulejo (Passerina cyanea), 1 rosella roja (Platycercus eximius) 4 pericos dorsirrojo (Psephotus haematonotus), y 1 guacamaya roja (Ara macao).
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La diversidad de especies, algunas de ellas exóticas, subraya la amplitud del tráfico de fauna silvestre, que no se limita únicamente a especies nativas, sino que también incluye ejemplares provenientes de otras latitudes, introducidos al país de manera irregular.
Durante la inspección en Iztapalapa, se constató que los ejemplares carecían de sistemas de marcaje, un requisito indispensable para la identificación y trazabilidad de los animales.
Además, el particular no pudo presentar la documentación que acreditara la legal procedencia de las aves, ni el registro como prestador de servicios vinculado a la comercialización de vida silvestre, emitido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Estas omisiones constituyen infracciones a la normatividad ambiental vigente y son indicativos de actividades ilícitas.
La situación de las aves también reveló faltas al trato digno y respetuoso; un caso particularmente notable fue el de la guacamaya roja, que presentaba el “síndrome pica”, un comportamiento de automutilación del plumaje, a menudo asociado con altos niveles de estrés y condiciones inadecuadas de cautiverio. Este detalle resalta no solo la ilegalidad de la posesión, sino también las precarias condiciones de vida a las que son sometidos los animales en el comercio clandestino.
Los ejemplares que se encuentran en alguna categoría de riesgo, según la NOM-059-SEMARNAT-2010, incluyen el clarín y el jilguero. La guacamaya roja, además de estar en la NOM-059-SEMARNAT-2010, se encuentra listada en el Apéndice I de CITES, lo que implica que su comercio internacional está estrictamente regulado y solo se permite en circunstancias excepcionales.
Otras especies como el loro eclectus, la cacatúa rosada, el conuro del sol, la rosella roja y los pericos dorsirrojo están en el Apéndice II de CITES, lo que significa que su comercio está permitido bajo estrictas regulaciones para evitar que se pongan en riesgo. La Profepa procedió al aseguramiento precautorio de los 18 ejemplares, dejando algunos bajo la custodia del visitado que estaban en buenas condiciones, mientras que el resto fue retirado.
El inspeccionado dispone de un plazo de cinco días hábiles para desvirtuar las irregularidades, en caso contrario, se procederá con el emplazamiento correspondiente, lo que podría derivar en sanciones administrativas y penales.
El segundo hecho tuvo lugar en San Luis Potosí, donde la empresa de paquetería Estafeta reportó a la Profepa sobre la detección de dos paquetes sospechosos. El 16 de julio de 2025, el primer reporte se refirió a una caja de cartón que contenía 73 ejemplares de biznaga piedra (Aztekium ritteri). La falta de documentación que acreditara su legal procedencia llevó al aseguramiento de estas cactáceas.
La biznaga piedra es una especie protegida, listada en la NOM-059-SEMARNAT-2010 y en el Apéndice I de CITES, lo que denota su alto grado de amenaza y la prohibición de su comercio, salvo excepciones muy reguladas. Los ejemplares de biznaga piedra fueron depositados en el Jardín Botánico de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí para su resguardo y conservación, una acción que busca su rehabilitación y, si es posible, su futura reintroducción en su hábitat natural o su uso para fines de conservación y estudio científico.
Posteriormente, el 17 de julio de 2025, la misma empresa de paquetería reportó un segundo paquete. Este contenía dos recipientes cilíndricos de plástico transparente: uno con una araña (Acanthophrynus sp.) y el otro con un escorpión (Diplocentrus aff mexicanus).
Lamentablemente, ambos ejemplares fueron encontrados sin vida. Al igual que en el caso de las biznagas, no se pudo acreditar la legal procedencia de estos arácnidos, lo que condujo a su aseguramiento. Estos ejemplares fueron entregados a la Facultad de Derecho, específicamente a los encargados de la licenciatura en Criminalística de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, para su identificación y conservación con fines periciales y de investigación, contribuyendo al estudio de las especies traficadas y los métodos utilizados en el comercio ilegal.
La Profepa ha anunciado que procederá con los emplazamientos para las personas registradas en las etiquetas de los paquetes de San Luis Potosí, y dará continuidad a los procedimientos administrativos hasta emitir las resoluciones correspondientes.
Estas acciones demuestran el compromiso de la Procuraduría con la aplicación de la ley ambiental y la protección de la biodiversidad mexicana, la cual se ve constantemente amenazada por el tráfico ilegal de especies de flora y fauna.
La coordinación con empresas de paquetería y la atención a las denuncias ciudadanas son fundamentales para la detección y desarticulación de las redes de comercio ilícito, que operan tanto a nivel nacional como internacional, explotando los recursos naturales del país.
Ambos casos, el de Iztapalapa y el de San Luis Potosí, ilustran la persistencia del tráfico de especies en México, un delito que genera graves impactos en la biodiversidad y los ecosistemas. La intervención de la Profepa subraya la importancia de la vigilancia y la aplicación de marcos legales como la NOM-059-SEMARNAT-2010 y CITES, que son herramientas esenciales para la protección de la flora y fauna silvestres.
