NotasBiodiversidad

Inician organizaciones civiles y autoridades diálogos para proteger a la Selva Maya

Inician organizaciones civiles y autoridades diálogos para proteger a la Selva Maya
Inician organizaciones civiles y autoridades diálogos para proteger a la Selva Maya
  • El diálogo interinstitucional busca establecer una hoja de ruta y compromisos verificables para atender el deterioro socioambiental en la Península de Yucatán.
  • Greenpeace México y organizaciones locales inician las conversaciones con la SEMARNAT y representantes de gobiernos estatales para plantear soluciones.

La organización ambientalista Greenpeace México y diversas organizaciones de la península de Yucatán inician este viernes un diálogo formal con el Gobierno de México, representado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y autoridades estatales. 

La reunión tiene el objetivo de establecer una ruta de acción y compromisos concretos para la protección integral de la Selva Maya y su sistema acuífero, en respuesta a la presión pública generada por los elevados impactos ambientales que padece la región. Este encuentro fue concebido para enfrentar el deterioro provocado por la expansión inmobiliaria descontrolada, los grandes proyectos de infraestructura, la deforestación y la persistente contaminación del acuífero a causa de las operaciones de industrias cárnicas.

La convocatoria a este diálogo fue el resultado de una escalada en la solicitud de soluciones para la crisis socioambiental que afecta a los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo. La meta principal de las organizaciones civiles es lograr que la conversación derive en la instauración de una hoja de ruta interinstitucional. Dicho mecanismo busca impulsar un proceso permanente de diálogo, así como la evaluación social y ambiental en torno a las problemáticas más relevantes de la región.

El formato de la reunión incluyó mesas temáticas especializadas, diseñadas para abordar los desafíos desde distintas ópticas. Los temas de trabajo fueron: agua, desarrollo urbano, restauración ecológica, agroecología, e inspección y cumplimiento ambiental. El propósito de estas mesas fue identificar e implementar soluciones ambientales inmediatas y que ofrezcan la posibilidad de ser verificadas, ajustándose a la magnitud de los impactos que enfrenta el ecosistema.

En la lista de participantes destacaron organizaciones de la sociedad civil de los tres estados de la península, así como académicos especializados en disciplinas críticas como la hidrogeología, la biodiversidad y el ordenamiento territorial. 

La participación gubernamental contempló la presencia de la SEMARNAT, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA). Esta amplia convocatoria institucional subraya la complejidad y el carácter transversal de la problemática ambiental en la Selva Maya.

TE PUEDE INTERESAR: Inspecciona Profepa más de 100 mil Árboles de Navidad importados

Durante el anuncio de la reunión, Carlos Samayoa, coordinador de la campaña de México al Grito de ¡Selva!, de Greenpeace México, enfatizó la urgencia de la situación. Señaló que: 

“No se puede permitir que la selva maya se siga deteriorando a un ritmo elevado en el contexto de la crisis climática en que nos encontramos. Por eso, esta reunión debe ser un punto de inflexión. Se espera un diálogo con resultados, no una reunión simbólica. La Selva Maya necesita acciones inmediatas y compromisos claros del Estado que lleven a proteger el bosque tropical más importante de Mesoamérica, incluyendo sus cenotes, un sistema de agua subterránea único en el mundo”. 

La declaración establece una expectativa clara respecto a la necesidad de acciones tangibles que trasciendan la mera deliberación.

Greenpeace ha expresado la expectativa de que este sea un proceso caracterizado por la seriedad, la transparencia y un seguimiento de acceso público. Se ha confirmado que el diálogo se llevará a cabo en colaboración directa con representantes de diferentes comunidades y organizaciones de la Península. Estos actores tienen la función de aportar evidencia documentada y testimonios directos sobre el deterioro ambiental y social que experimentan en sus territorios.

Agenda de Soluciones Reales y Verificables

Se espera que, a partir de este diálogo, se logre la fijación de una agenda concreta y ambiciosa. Dicha agenda debe ser capaz de presentar soluciones reales en torno a cuatro puntos considerados como críticos por las organizaciones:

  1. Protección integral del agua y el acuífero: Enfocada en detener la contaminación y asegurar la calidad y disponibilidad del recurso hídrico, esencial para la vida en la región.
  2. Freno al deterioro masivo de la Selva Maya: Acciones para detener la deforestación y promover la restauración de las áreas afectadas por el cambio de uso de suelo.
  3. Cumplimiento efectivo de la normatividad ambiental: Lo que incluye la exigencia de procedimientos de evaluación de impacto ambiental que sean transparentes y garanticen la participación comunitaria.
  4. Garantía de los derechos y participación real de las comunidades: Asegurar que las poblaciones locales sean consultadas y que sus derechos sean respetados en el marco de cualquier proyecto o política de desarrollo.

Otro de los puntos fundamentales planteados por las organizaciones es la necesidad de establecer y alcanzar compromisos precisos que puedan ser verificados por la sociedad, con tiempos de ejecución claramente definidos y responsables institucionales asignados a cada acuerdo. Se insiste en que la SEMARNAT ejerza una rectoría ambiental efectiva frente a las presiones de los sectores industriales, inmobiliarios y turísticos, a fin de evitar que los intereses económicos prevalezcan sobre la legislación ecológica.

El coordinador Samayoa concluyó su intervención subrayando la necesidad de un compromiso gubernamental: “Necesitamos que los gobiernos federal y locales se comprometan a poner límites claros a la devastación que enfrenta la península de Yucatán, así como a tener una transparencia total sobre permisos, autorizaciones y procedimientos que en muchos casos omiten procesos adecuados de consulta y participación de las comunidades afectadas”. Añadió que la expectativa no se limita a recibir información sobre las acciones ya implementadas por el gobierno, sino a que se escuchen las voces de las personas que enfrentan la destrucción cotidianamente en su territorio. El objetivo final es generar compromisos claros que permitan proteger la Selva Maya y su acuífero de cualquier tipo de deterioro.

La instalación de este diálogo interinstitucional marca el inicio de un proceso en el que la sociedad civil organizada busca consolidar un modelo de gestión ambiental que priorice la conservación del capital natural de la región, estableciendo un precedente sobre la colaboración entre el sector social y las dependencias federales y estatales para enfrentar desafíos ecológicos de alta complejidad.

Síguenos en LinkedIN, en X y en Facebook