Pide Greenpeace justicia social en relación con la distribución y uso del agua
Monterrey. Con una manifestación pacífica a las afueras de las instalaciones de la cervecera Heineken-Cuauhtémoc Moctezuma en la capital de Nuevo León, Greenpeace México pidió justicia social en relación con la distribución y uso del agua.
La organización desplegó una manta con el mensaje “El agua es un derecho, ¡no es una mercancía!” para evidenciar que las empresas que tienen concesiones millonarias de agua tienen una enorme responsabilidad en el problema de la desigualdad en el acceso al agua potable para las personas.
La acción al norte del país sirvió para exigir a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) que modifique el actual esquema de concesiones de aguas nacionales para lograr una distribución más justa de los beneficios que obtienen las industrias y se inviertan en mejoras ambientales y de infraestructura que permitan garantizar el derecho humano al agua potable para las personas, así como avanzar en la lucha contra el cambio climático.
“Adicionalmente se enfatizó sobre la necesidad de que el Congreso Federal emita una nueva Ley General de Aguas, lo cual es una cuestión pendiente desde hace una década y que resulta imprescindible en el actual contexto de sequías por la emergencia climática”, señala la ONG.
“Estamos ante un asunto de justicia urbana que aplica para todo el país. La industria de bebidas es un caso representativo de la inequidad respecto al acceso al agua potable en México, pues se trata de un sector que obtiene beneficios que ascienden hasta los 80 mil millones de pesos anuales, en tanto el presupuesto de la federación sólo destina 2,500 MDP a obras de infraestructura, agua potable y saneamiento de los municipios”, señala Carlos Samayoa, Coordinador de Ciudades Sustentables en Greenpeace México.
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Por su parte, la industria cervecera cuenta con 18 plantas embotelladoras, ubicadas sobre todo en el norte y centro del país, la mitad en zonas con déficit de agua. Desde 2010, Fomento Económico Mexicano (FEMSA) posee el 14.8% de las acciones de Heineken N.V., con sede en Ámsterdam, Países Bajos. En Monterrey, la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma posee 4 títulos de concesión para extraer aguas nacionales por 6 millones 135,600 metros cúbicos al año. A nivel nacional, cuenta con 16 títulos de concesión que le permiten extraer más de 23 millones de metros cúbicos de agua al año.
Heineken-Cuauhtémoc Moctezuma es la empresa que tiene el mayor volumen de agua concesionada en el rubro de bebidas en México (REPDA: 2022), y una de las varias que no han detenido su producción a pesar de las carencias por parte de la población regiomontana.
La OMS establece que para garantizar que se cubran las necesidades más básicas y se reduzcan problemas de salud por falta de medidas de saneamiento, son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona al día. Esto quiere decir que el agua que extrae diariamente Heineken para elaborar sus productos es suficiente para abastecer una población de entre 632 mil y un millón 064 mil habitantes.
En cuanto al anuncio que recientemente hicieron varias empresas para donar parte de sus volúmenes de agua, Greenpeace señala que la cantidad anunciada por Heineken de 60 mil litros por donar (60m3 a la semana y 8,571 litros diarios) a Monterrey, equivale tan solo al 0.013% del volumen que tienen disponible en todos sus títulos de concesión en el país, y 0.050% del agua que tienen concesionada para Monterrey. Heineken utiliza 2.6 litros de agua para producir 1 litro de cerveza, a lo cual se debe sumar la huella hídrica que implica la producción agrícola de sus materias primas como la malta y el lúpulo.
A modo de propuesta, Greenpeace México hizo un llamado al Congreso Federal para abrogar de manera urgente la actual Ley de Aguas Nacionales (LAN) y emitir una nueva Ley General de Aguas que priorice a las personas sobre las industrias. Asimismo, llamó a la CONAGUA a plantear cambios en el esquema de concesiones de aguas nacionales para lograr una mayor y mejor distribución de los beneficios económicos que conlleva la explotación industrial del agua, orientada a la optimización de los sistemas municipales de distribución de agua potable para lograr garantizar el derecho humano al agua potable de las personas y que de esta manera se esté en posibilidad de lograr condiciones de justicia urbana y ambiental para el país.