Azoteas verdes, una alternativa contra el cambio climático en las ciudades
Los habitantes de la Ciudad de México podemos renovar el ambiente con áreas verdes en el lugar donde vivimos para contrarrestar la contaminación, la plancha de concreto, el asfalto, disminuir el calor de nuestros hogares, optimizar la calidad del aire, además de mejorar nuestra alimentación y economía familiar.
Una forma de ayudar y poner en práctica estas acciones es construir espacios verdes en lugares como zotehuelas, balcones, paredes, azoteas y huertos; estos últimos con hortalizas, frutas, plantas aromáticas como menta, romero, manzanilla, albahaca; estas hierbas se utilizan para cocinar y/o darle un rico sazón a nuestros alimentos; además de vegetales como espinacas, acelgas, pimiento morrón, jitomates, chiles, entre otros; y no olvidemos las plantas ornamentales.
Cada metro cuadrado de una azotea verde atrapa un kilo de carbono (CO2) y genera el oxígeno requerido por una persona en un año, según lo publica la UNAM.
El Valle de México es una zona con un balance positivo hídrico con mucha agua de lluvia, pero desafortunadamente se va al drenaje sin haberla utilizado. Las azoteas verdes retendrían el ciclo, además de permitir cultivar el agua, almacenarla y utilizarla de varias maneras en nuestros hogares.
Científicos de la UNAM mencionaron que 2021 fue el sexto año más caluroso a nivel global, con un aumento de 1.1 a 1.2 grados centígrados respecto del periodo preindustrial. Ocho de los diez años más cálidos han ocurrido en la última década y hay estimaciones de que la temperatura aumentará 1.5 grados centígrados para inicios de 2030 y dos grados para 2040 en el planeta (con relación a principios del siglo pasado).
Azoteas verdes y terrazas verdes, espacios que aportan a la salud
Las azoteas verdes o terrazas se denominan intensivos y extensivos. Los intensivos son aquellos de más de 20 centímetros de espesor; en ellos se pueden sembrar plantas de mayor tamaño, incluso árboles, y requieren sistemas de irrigación, fertilización constante y mantenimiento.
Esta clase de techos puede incluir una amplia gama de biotipos y especies de árboles, arbustos y plantas herbáceas; los diseños son grandes y se pueden combinar diferentes tonalidades de flores.
Los extensivos son aquellos de dos a 15 centímetros de espesor. En ellos se puede plantar vegetación de menor tamaño, como el césped; requiere muy poca irrigación y los costos de mantenimiento son bajos. Las plantas herbáceas y suculentas son las especies seleccionadas, pues no se requiere mucho riego ni fertilización.
Otros con “finalidad”, como los huertos, acumulan agua, generan energía y son de esparcimiento.
Beneficios de las viviendas con azoteas verdes
Adaptar las viviendas y transformarlas en espacios verdes no sólo contribuyen al desarrollo sustentable y mejorar las condiciones ambientales, también se refleja en el estado anímico de las personas, sobre todo si viven en áreas muy pequeñas.
A medida que adoptemos ideas verdes, podemos prevenir el incremento de la temperatura, mitigar los gases de efecto invernadero (GEI), ayudar a la economía del hogar a través del autoconsumo de ciertos productos y hasta despertar la creatividad para decorar nuestros hogares.
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¿Cuáles son las ventajas de las azoteas verdes?
- Producen oxígeno y absorben CO2 (contribuyen a disminuir el efecto invernadero y reducen el calentamiento global).
- Filtran las partículas de polvo y suciedad del aire y absorben las partículas nocivas (purifican el aire).
- Evitan los calentamientos de los techos. (reducen hasta 40% el uso de aparatos acondicionadores de aire).
- Reducen las variaciones de temperatura del ciclo día-noche.
- Disminuyen las variaciones de humedad en el aire.
- Aprovechamiento del agua de lluvia (absorben la lluvia, por lo que alivian el sistema de alcantarillado)
- Incrementan la vida útil de la impermeabilización (si es correcta su ejecución en los edificios y la capa de cubierta vegetal modera los cambios de temperatura y los protege contra la radiación solar).
- Surten efecto como aislamiento térmico.
- Protegen de los intensos rayos solares del verano.
- Mejoran la acústica (reducen el sonido del exterior, contribuyen al aislamiento sonoro del inmueble).
- Tienen función como incombustibles.
- Las hierbas silvestres en el techo verde generan aromas agradables.
- Son estéticos e influyen positivamente en el estado de ánimo y en la relajación de las personas.
- Disminuyen el efecto de isla de calor urbano (en las ciudades hay abundancia de techos de concreto y asfalto, así como equipos de clima y, obvio, mucho tráfico vehicular que producen altas temperaturas, así como la incidencia de los rayos ultravioleta en las grandes urbes).
- Contribuyen a la agricultura urbana (ayudan a la tranquilidad alimentaria en las ciudades).
- Esparcimiento decorativos (los techos tienen un diseño paisajístico adecuado, con elementos de ornato verde, y se convierten en lugares de entretenimiento).
- Apreciación del inmueble (cuando se coloca un techo verde la plusvalía se incrementa hasta en 15% en el mercado inmobiliario).
¿Sabías qué? Las desventajas son riesgos estructurales que pueden implicar para las edificaciones, así como los costos de mantenimiento y la necesidad de una adecuada supervisión periódica para evaluar el estado del impermeabilizante.
Mi contribución
Afrontar el cambio climático con medidas de mitigación, comenzar ya la transición hacia energías renovables, incrementar las inversiones e investigaciones en ciencia y tecnología, proponer y llevar a cabo el cuidado del suelo de conservación para proteger los mantos acuíferos e incrementar en las grandes ciudades superficies y azoteas verdes, modificar los pavimentos con materiales que permitan el paso del agua y que no se vaya al drenaje, fomentar políticas preventivas y de cultura en material de medio ambiente, propiciar cambios en las conductas cotidianas para el manejo de agua, energía, alimentos y desechos… Se trata de formar una ciudadanía responsable y optimizar programas para que la sociedad esté preparada para enfrentar los desafíos que vienen.
FOTOGRAFÍA CORTESÍA: Ecoyaab
