El Tren Maya no viene solo, viene con inmobiliarias

CIUDAD DE MÉXICO. Activistas nacionales, medios de comunicación y organizaciones civiles internacionales han dado cuenta de los problemas ambientales, culturales y sociales que representa el proyecto Tren Maya.

Entre los reclamos que hicieron los diferentes grupos se encuentran las Manifestaciones de Impacto Ambiental con datos falsos que señaló Greenpeace México o los señalamientos de violación a los derechos de la naturaleza y a los derechos bioculturales del Pueblo Maya expuestos por el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza. 

De la mano con la llegada del tren es inevitable que se presenten asentamientos urbanos que van a requerir diferentes tipos de servicios como escuelas, vivienda y centros comerciales.

“El tren es sólo la punta del iceberg, para operar un tren se requieren estaciones, patios para maniobras, patios para reparación etcétera, lo cual va a implicar un desplazamiento de trabajadores que seguramente se van a quedar ahí, como ha sucedido con otras obras y llevan a sus familias”, señala Miguel Bárcena Díaz, periodista experto en temas ambientales desde hace más de 40 años. 

“A medida que tú pongas estaciones de tren pues van a requerir hoteles, restaurantes, tiendas. La gente que llega ahí va a requerir: escuelas, hospitales, templos y centros comerciales, etcétera. Esto va a potencializar un crecimiento, que no necesariamente es desarrollo, y que va a generar una gran demanda de servicios para los cuales esta zona no está preparada”, comenta Bárcena Díaz.

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Desarrollo urbano a la llegada del Tren Maya

“En sólo 6 meses, acá, pasará un tren que se llama el Tren Maya. Acá, exactamente por acá”, anuncia la cuenta blacklionproperties en Tik Tok, una de varias cuentas que buscan motivar a sus espectadores a invertir en propiedades en Tulúm.

En la descripción la cuenta advierte que la propiedad puede crecer hasta un 20% y que “Tulúm no solo es la ciudad más instagrameable, sino también la de mayor ocupación y con una impresionante infraestructura turística nueva”. La publicación busca convencer al público de invertir en el paraíso mexicano y obtener ganancias mensuales sin esfuerzo.

La Riviera Maya es uno de los principales atractivos turísticos del mundo. El auge de la zona permitió que en 2022, el aeropuerto de Cancún recibiera a más de 9 millones de turistas extranjeros de los 15 millones 871 mil que llegaron al país de acuerdo con cifras de la Secretaría de Turismo.

Durante los primeros años de crecimiento de la Riviera Maya, la naturaleza estuvo a merced del hombre, sin embargo, es en la década de los años noventa que se fueron creando instituciones y mecanismos legales para proteger los recursos naturales impulsados por iniciativas como la Cumbre de Río.

“México fue perfilando una legislación ambiental de primer orden. Una de las más importantes a nivel internacional. Fue capacitando a lo largo de los años a los funcionarios públicos que encabezaban estas instituciones, dedicó presupuesto, dedicó recursos precisamente para evitar lo que se hizo en el pasado”. 

“Para eso se crearon instituciones, para eso se crearon las leyes, para eso se preparó a los funcionarios” comenta Bárcena Díaz.

Miguel Bárcena Díaz reconoce que estos avances legales y estas nuevas instituciones permitieron generar expertos en diferentes áreas del sector ambiental. 

Sin embargo, señala que esta administración perdió a elementos capacitados y especializados, y considera a este periodo como uno de los peores momentos que vive México en cuanto a la defensa de los recursos naturales.

“Cuando llega la 4T, lo que hace es recortar presupuestos, cambiar funcionarios por sujetos que no tienen el perfil, no tienen la experiencia ni el conocimiento”, apunta Bárcena.

“Yo te puedo decir con certeza que el sector ambiental institucional federal es uno de los más afectados. La Profepa ha perdido capacidad de gestión y perdió personal. Hoy se cometen más delitos ambientales. Estamos viviendo, yo diría, uno de los peores momentos en términos de la defensa de nuestros recursos naturales”. 

El señalamiento de Bárcena Díaz coincide con la opinión del presidente de la AZCARM, Ernesto Zazueta Zazueta, quien a través de un comunicado, en agosto pasado, criticó a la Profepa por enviar a un aseguramiento de felinos a una inspectora sin capacitación, misma que terminó gravemente lesionada por el ataque de un felino. En dicha oportunidad Zazueta señaló que en las dependencias ambientales hubo renuncias forzadas de personal altamente capacitado por años.

Miguel Bárcena afirma que “De todo lo que me ha tocado ver como periodista dedicado a temas ambientales, nunca había visto un proyecto tan devastador como es el Tren Maya, pero no sólo eso, sino que tampoco nunca había visto un gobierno que se empeñara en violar sistemáticamente la legislación ambiental una y otra vez”. 

A pesar de la voluntad de agrupaciones, comunidades, académicos que se presentaron ante los medios de comunicación para pedir la modificación de las obras del tramo 5 del Tren Maya con el fin de detener la destrucción irreversible de la Selva Maya, sus cenotes, flora, fauna y ríos subterráneos, el presidente mexicano lanzó un decreto considerando el Tren Maya y otros proyectos en la zona como de seguridad nacional y de interés público. 

Uno de los colectivos que más relevancia han tenido desde marzo del año pasado es la agrupación Selvame del Tren quienes asistieron a la exposición Súbete al Tren y hacen un repaso en un video, publicado en redes sociales, de las anomalías que tiene el megaproyecto. 

Frente a un cartel con la leyenda El Tren no viene solo, uno de los activistas apunta “aquí tienen razón. El tren no viene solo, viene con inmobiliarias, con división de la tierra, viene con abusos a los derechos humanos, viene con contaminación del agua, veinte millones de árboles talados, tienen totalmente la razón. No viene solo”. 

“Todo lo que hay aquí es propaganda para imponer su agenda de desarrollos inmobiliarios. No hay ningún secreto, esto es un tren proselitista, impuesto militarmente de una forma ilegal para imponer más desarrollos inmobiliarios y hoteleros en la selva”.

“Vayan a caminar el tramo cinco, el tramo seis, el tramo siete es un impacto ambiental sin precedentes y el impacto social del tramo uno al tramo cuatro también es terrible. Informémonos.” denuncia una de las activistas de Selvame del Tren.

El Tren Maya se convirtió en un mega proyecto sexenal que será catalogado como un proyecto ecocida por los grupos ambientalistas del país, no solo por el tren sino por provocar la destrucción de la selva para desarrollos inmobiliarios.

Un tren soportado por un decreto presidencial, con Manifestaciones de Impacto Ambiental con datos falsos y con una Profepa débil, desarticulada y sin capacidad de acción por falta de de personal capacitado y con puestos claves vacantes. Este será el marco histórico que hará recordar que la ley no siempre estará del lado de la naturaleza.  

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