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Bancos y líneas aéreas en AL se unen contra el tráfico ilegal de especies

Bancos y líneas aéreas unidos contra el tráfico ilegal de especies
Bancos y líneas aéreas en AL se unen contra el tráfico ilegal de especies | Roger Leguen / WWF

CARTAGENA DE INDIAS, COLOMBIA.- En el marco de la II Conferencia de Alto Nivel de las Américas sobre el Comercio Ilegal de Vida Silvestre, empresas del sector financiero y transporte aéreo se sumaron a la lucha contra el tráfico de vida silvestre.

Instituciones financieras firmaron seis compromisos y reconocieron el impacto devastador del comercio ilegal de vida silvestre (IWT por sus siglas en inglés) y expresaron que no facilitarán ni tolerarán flujos financieros que se derivan de la IWT y la corrupción asociada.

“Pedimos a toda la industria financiera que siga nuestro ejemplo y ayude a combatir el comercio ilegal de vida silvestre firmando esta declaración y apoyo a la implementación de estos compromisos”, expresaron los dos primeros bancos de Colombia que se sumaron a la iniciativa.

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Por su parte, empresas del sector de transporte aéreo se comprometieron a reportar a las autoridades cargamentos sospechosos de tráfico ilegal de especies de vida silvestre y sus productos y, cuando sea posible, negarse a aceptar dichos cargamentos.

A través de la firma “Declaración de Buckingham Palace” y la “Declaración de Mansion House”, presentadas durante esta reunión, las primeras empresas signantes del compromiso fueron el Banco de Bogotá, Avianca, Latam, Ultra Air, Viva Air, Wingo, Copa Airlines, Aero República, Copetran, Flota de la Macarena, TDM Colombia y el Aeropuerto de Medellín.

“La adhesión de estas empresas es un paso muy importante en la lucha contra el tráfico de vida silvestre. Ahora lo que sigue es implementar los compromisos para reducir el uso de estos dos sectores privados por los traficantes, y nosotros desde la sociedad civil, estamos listos para apoyar a las empresas en esta transición”, dijo Renata Cao, Líder del Centro para el Combate a los Delitos contra la Vida Silvestre de WWF en América Latina.  

Entre 2010 y 2020 el tráfico ilegal alcanzó a 60 especies endémicas de la región, siendo aves, reptiles y especies marinas las más transportadas de manera ilegal a través de líneas aéreas comerciales.

WWF participó con el objetivo de fomentar la cooperación internacional para erradicar el comercio ilegal de vida silvestre en Latinoamérica. 

“En 2020 los reptiles fueron el grupo de animales más comúnmente traficado en América Latina y el Caribe, tenemos registro en mayo del año 2020 del envío 15 mil tortugas empacadas en 158 cajas de madera cuyo destino era China, este cargamento ilegal fue confiscado en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México y es una muestra de que el tráfico de vida silvestre en América Latina es significativo y que podría ir en aumento”, dijo Renata Cao.

América Latina, al ser el hogar del 40% de la biodiversidad del mundo, en donde se encuentran la mitad de los bosques húmedos del planeta y donde hay más de 200 mil especies marinas identificadas, se ha visto gravemente afectada por el tráfico ilegal de ranas venenosas en Colombia, colmillos de jaguares en Bolivia, aletas de tiburón en Ecuador, México y Perú y robo de crías de tortugas en Ecuador, por nombrar solo algunos casos.

La Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen cataloga al tráfico ilegal de vida silvestre como la cuarta actividad ilícita más lucrativa a nivel mundial solo detrás del tráfico de drogas, el tráfico de personas y de armas por parte del crimen organizado transnacional con más de 23 mil millones de dólares de ganancias anuales.

La pérdida de biodiversidad por el tráfico ilegal de vida silvestre en Latinoamérica viene cobrando relevancia en los últimos años, debido al incremento de la demanda y la sofisticación de las redes criminales con el uso de los avances tecnológicos. 

En el evento, realizado el 5 y 6 de abril, en Cartagena de Indias, Colombia, las organizaciones de la sociedad civil, los gobiernos y los organismos de cooperación internacional, enfatizaron la importancia de abordar el tráfico ilegal contra la vida silvestre como delito grave.

 “Es necesario fortalecer la cooperación multilateral y los sistemas para compartir información clave que ayuden al desmantelamiento de operaciones criminales contra la vida silvestre,” señaló Jorge Ríos, Director del Programa Global para el Medio Ambiente de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia junto a la Embajada del Reino Unido en este país, lideraron la organización de este evento que se orientó a unir esfuerzos y fortalecer la cooperación internacional para la prevención y el control del tráfico ilícito de vida silvestre en América.

En el encuentro, donde participaron 75 panelistas, se mostraron los avances en política pública contra el tráfico ilegal de vida silvestre desde la Declaración de Lima, que surgió en la primera versión de esta Conferencia, en octubre de 2019, y fue suscrita por 20 países que acordaron 21 medidas para luchar en contra de esta actividad ilegal. 

Durante los dos días de la Conferencia, WWF participó en múltiples paneles con presentaciones como la del proyecto Gobernanza Transparente de los Recursos Naturales (TGNR por sus siglas en inglés), en donde Mauricio Cabrera, Asesor para Relaciones con Gobierno y Relaciones Internacionales de WWF Colombia, señaló que “a través del TGNR se han generado recomendaciones claras y factibles para evitar y mitigar hechos de corrupción y de crimen organizado que contribuyen a la deforestación, la degradación de los bosques y la pérdida de la biodiversidad en la Amazonía y el Pacífico colombiano, y se promovió la transparencia en la gobernanza de los recursos naturales”.

Sobre el tráfico ilegal de especies marinas, se abordó el tráfico de aleta de tiburón, en ella Fernando Rey de WWF Ecuador presentó el estado actual de la conservación de tiburones en Ecuador que, junto a México, Argentina, Brasil y Perú, se encuentran entre los 20 países con más registros oficiales de pesca de tiburón.

Con relación al tráfico ilegal de flora, Alonso Cordova de WWF Perú, comentó que el 37% de la madera que se extrae de los bosques peruanos es ilegal, según datos de USAID del 2020. Se estima que el 85% de la madera ilegal que se extrae en Perú tiene como destino el mercado local y sólo el 15% es de exportación. WWF junto con CITES-Madera, promueven el uso de la herramienta xilotron, un dispositivo de identificación de madera de código abierto, clave para mejorar los sistemas de trazabilidad.

Por último, la mesa para reducir el comercio ilícito de fauna silvestre, se centró en el jaguar. Se explicó que su tráfico inicia de una manera oportunista, derivado del conflicto entre humanos y jaguares.

Una vez que se caza al felino en represalia por atacar al ganado, se comercializa su piel, colmillos y garras en mercados locales o regionales, sin embargo, los expertos señalaron que existen evidencias de un aumento en el tráfico de partes de jaguar para abastecer la demanda del mercado chino.

Renata Cao de WWF México, comentó la importancia de incluir la perspectiva de género dentro de los estudios y respuestas relacionados con el tráfico ilegal de vida silvestre para generar estrategias integrales, ya que muchas veces la perspectiva de las mujeres no se integra a las estrategias de conservación, y se ha visto que la tolerancia hacia la coexistencia con la especie puede ser menor en las mujeres que en los hombres.

La especialista de WWF México enfatizó la importancia de generar un plan de acción de género para la convención de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), ya que esta convención a diferencia de otras de las Naciones Unidas no cuenta con un plan que incluya la perspectiva de género. 

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